«Amado Dios, fuente de toda bendición y abundancia, nos acercamos a Ti con corazones agradecidos y llenos de fe. Reconocemos que todas las buenas cosas provienen de Ti, y te damos gracias por tu generosidad sin límites.
Te pedimos, Señor, que derrames tus bendiciones sobre cada uno de nosotros, nuestras familias, y nuestras comunidades. Abre las puertas de la abundancia en todas las áreas de nuestras vidas: en la salud, en el amor, en nuestras finanzas, y en nuestras relaciones. Como nos recuerdas en Filipenses 4:19, «Mi Dios pues suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús».
Que cada día nos despierte con un sentido renovado de gratitud y expectativa por las maravillas que nos esperan. Ayúdanos a reconocer y aprovechar cada oportunidad que nos brindas, y a ser siempre conscientes de las numerosas formas en que nos bendices.
Te rogamos también que nos enseñes a ser generosos como Tú lo eres. Que en nuestra abundancia, busquemos compartir y bendecir a otros, siendo reflejo de tu amor y bondad en el mundo.
Concede, Señor, que esta oración de bendición y abundancia no solo sea un deseo, sino un compromiso de vivir en gratitud, compartiendo y celebrando tus generosos dones.
En el nombre de Jesús,
Amén.»
«Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo« – Lucas 6:38
Reflexión
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Al reflexionar sobre nuestra oración de bendición y abundancia, quiero compartir con ustedes la importancia de reconocer y agradecer las innumerables bendiciones que Dios nos otorga. En un mundo donde es fácil enfocarse en lo que nos falta, es vital recordar las riquezas que Dios nos ha dado.
Nuestra oración de hoy nos recuerda que la abundancia no se trata solo de bienes materiales, sino también de riquezas espirituales, emocionales y relacionales. Dios nos bendice de muchas maneras, a menudo de formas que no esperamos o no reconocemos de inmediato.
Al mismo tiempo, esta oración nos llama a ser generosos. La verdadera abundancia se encuentra no solo en recibir, sino también en dar. Al compartir nuestras bendiciones con los demás, estamos extendiendo el amor y la generosidad de Dios.
Que esta oración nos inspire a vivir con un sentido de gratitud y generosidad. Que cada día sea una oportunidad para celebrar las bendiciones de Dios y compartir esa abundancia con aquellos que nos rodean.
Y recordemos siempre, «Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo» (Lucas 6:38). Que esta promesa de abundancia y generosidad guíe nuestras vidas y nuestras acciones.
Que Dios les bendiga abundantemente y les llene de su gracia y amor.
Amén.
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