Oración Nocturna de Agradecimiento
Señor, al caer la noche y con el silencio que se posa sobre el mundo, deseo elevar mi corazón a ti en un canto mudo de gratitud. Cuántas bendiciones has derramado en mi vida este día, y cuántas veces, en la prisa de mis labores, olvidé detenerme a agradecerte. Pero ahora, en la quietud de esta hora, deseo ofrecerte mi más sincero agradecimiento.
Gracias, Padre amado, por cada respiro, por cada paso, por las manos laboriosas que trabajaron y por el alimento que nutrió mi cuerpo. Gracias por las sonrisas que cruzaron mi camino y por las lecciones aprendidas, incluso en los momentos difíciles. Cada instante es un testimonio de tu infinito amor y cuidado hacia mí.
Gracias, Señor, por la familia que me has dado, por los amigos que enriquecen mi existencia y por los desconocidos con quienes compartí un gesto o una mirada. En todos ellos, veo reflejo de tu amor y misericordia. Gracias por ofrecerme la oportunidad de ser luz en medio de la oscuridad y esperanza en medio de la desesperación.
Bajo el manto estrellado de esta noche, te pido que protejas a aquellos que amo y a aquellos que no conozco, que tu paz llene cada hogar y que tus ángeles custodien cada rincón del mundo. Que cada persona que busca consuelo encuentre en ti un refugio y que cada corazón solitario sienta la calidez de tu presencia.
Te entrego, Señor, mis sueños y descanso. Permíteme despertar con renovadas fuerzas y con el corazón dispuesto a servirte y amarte más. Gracias por este día que termina y por la promesa de un nuevo amanecer.
En el nombre de Jesús, Amén.
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