«Amado Dios, al comenzar este nuevo día, nos presentamos ante Ti con corazones abiertos y agradecidos. En esta mañana, queremos reflexionar sobre el tema de la perseverancia, esa cualidad que nos impulsa a seguir adelante a pesar de los obstáculos y desafíos que se nos presentan en la vida.
Señor, en tu Palabra encontramos innumerables ejemplos de personas que perseveraron en su fe y confianza en Ti, incluso en medio de circunstancias difíciles. Uno de esos ejemplos es el apóstol Pablo, quien escribió en Filipenses 3:14: ‘Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús’.
Te pedimos, Dios nuestro, que nos fortalezcas con la virtud de la perseverancia. Que cuando enfrentemos tiempos de prueba y desánimo, podamos mirar hacia adelante, hacia la meta que has establecido para nosotros. Ayúdanos a recordar que Tú eres nuestra fortaleza en la debilidad y que en Ti encontramos la gracia y el poder para seguir adelante.
En esta mañana, te rogamos por aquellos que están luchando en este momento, por quienes enfrentan enfermedades, dificultades financieras o relaciones complicadas. Que encuentren en Ti la fuerza para no rendirse, la esperanza para seguir avanzando y la paz que sobrepasa todo entendimiento.
Que en cada paso que demos en este día, en cada desafío que enfrentemos, podamos perseverar con valentía y confianza en Ti. Que nuestra fe en tu fidelidad y amor nunca vacile, sino que crezca más fuerte con cada prueba.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, nuestro ejemplo supremo de perseverancia, quien nos mostró que, a pesar de los sufrimientos, la victoria y la gloria eterna nos esperan.
Amén.»
«La perseverancia es el puente entre el deseo y la realización»
Reflexión
Mis queridos hermanos y hermanas, en esta mañana soleada, deseo compartir con ustedes una reflexión sobre un tema que todos nosotros enfrentamos en algún momento de la vida: la perseverancia.
Hemos orado juntos sobre la perseverancia, esa cualidad que nos impulsa a seguir adelante a pesar de las dificultades y obstáculos que encontramos en nuestro camino. La vida está llena de desafíos, de momentos en los que nos sentimos agotados, desanimados o tentados a rendirnos. Sin embargo, la perseverancia es la fuerza que nos permite superar esos momentos y avanzar hacia nuestras metas y propósitos.
En la Biblia, encontramos numerosos ejemplos de personas que perseveraron en su fe y confianza en Dios. El apóstol Pablo es un ejemplo destacado de alguien que enfrentó innumerables dificultades en su misión, pero nunca dejó de avanzar hacia la meta que Dios le había encomendado. Él nos anima a «proseguir a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (Filipenses 3:14).
La perseverancia no significa que no enfrentemos desafíos o que nunca nos sintamos cansados. Significa que, a pesar de esas dificultades, seguimos adelante, confiando en la fuerza de Dios que obra en nosotros. La perseverancia es un acto de fe que nos dice que, aunque no veamos resultados inmediatos, tenemos la certeza de que Dios está obrando en nuestra vida.
Quiero recordarles, querida comunidad, que en sus luchas y desafíos, no están solos. Dios está con ustedes en cada paso del camino, sosteniéndolos con su amor y su gracia. Cuando sientan que la carga es pesada, recuerden que pueden confiar en la fuerza que viene de lo alto.
Y ahora, les dejo con esta reflexión para llevar en sus corazones: «La perseverancia es el puente entre el deseo y la realización». Que esta verdad les inspire a seguir adelante, a nunca rendirse y a perseguir con valentía los propósitos que Dios ha puesto en sus corazones.
Dios les bendiga, queridos hermanos y hermanas. Que tengan un día lleno de fortaleza y perseverancia en la fe.
Amén.
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