Oración del Ángelus

El ángel del Señor anunció a María, 
y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.

Dios te salve, María, 
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

He aquí la esclava del Señor. 
Hágase en mí según tu palabra.

Dios te salve, María, 
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Y el Verbo de Dios se hizo carne. 
Y habitó entre nosotros.

Dios te salve, María, 
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres 
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. 
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

Ruega por nosotros, 
Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo.

Oremos
Oh Padre, Infunde en nuestra alma tu gracia. Tú, que en la anunciación del Ángel nos has revelado la encarnación de tu Hijo, por su pasión y su cruz condúcenos a la gloria de la resurrección. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.

¿Qué es El Ángelus?

El Ángelus es una oración tradicional de la Iglesia Católica que se centra en la Anunciación del Ángel Gabriel a la Virgen María, donde le anunció la Encarnación del Verbo. El nombre «Ángelus» proviene de las primeras palabras en latín de la oración: «Angelus Domini nuntiavit Mariae», que significa «El Ángel del Señor anunció a María».

La tradición de rezar el Ángelus se originó en la Edad Media. Originalmente, se rezaba al sonar las campanas del mediodía en iglesias, monasterios y conventos. Con el tiempo, esta práctica se extendió para incluir las campanadas de la mañana y de la tarde, estableciendo la costumbre de rezar el Ángelus tres veces al día. Estas campanas, conocidas como «campanas del Ángelus», sirven como recordatorio para detenerse y reflexionar sobre el misterio de la Encarnación.

La oración en sí consta de tres versículos tomados de la Biblia que narran la Anunciación. Después de cada versículo, se reza un «Dios te salve, María». La oración finaliza con una petición a la Virgen María para que interceda por nosotros. Esencialmente, el Ángelus es una meditación diaria sobre el misterio de la Encarnación. Nos invita a reflexionar sobre la humildad y disposición de María ante el plan divino y cómo, a través de su «sí», se abrió el camino para la salvación de la humanidad.

Aunque en algunas regiones la práctica de rezar el Ángelus ha disminuido, en muchas comunidades católicas sigue siendo una tradición arraigada. Especialmente en países con una fuerte tradición católica, es común escuchar las campanas del Ángelus y detenerse a rezar. Es importante mencionar que durante la temporada de Pascua, el Ángelus es sustituido por la oración del «Regina Coeli» o «Reina del Cielo», que celebra la Resurrección de Jesús.

Con su sencillez y profundidad, el Ángelus sigue siendo una hermosa tradición que conecta a los fieles con el misterio central de la fe cristiana: la Encarnación del Hijo de Dios.

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