Oración al Espíritu Santo

Oh Espíritu Santo, Señor y Dador de vida, tal como desciendes en el Libro de los Hechos sobre los apóstoles, envolviéndolos con lenguas de fuego y otorgándoles la valentía para proclamar la palabra de Dios, te pedimos que desciendas sobre nosotros de la misma manera poderosa. «No sabemos orar como debemos; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles» (Romanos 8:26). Ven a nosotros y sé nuestro intercesor, elevando nuestras suplicas ante el trono del Altísimo.

Tú, que inspiraste a los profetas y ungiste a los reyes, que te manifestaste como la paloma en el bautismo de Jesús y que conviertes en hijos de Dios a quienes creen, guíanos con tu luz y enséñanos a caminar conforme a Su voluntad. Porque es escrito, «El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio» (Gálatas 5:22-23). Anhelamos manifestar estos frutos en nuestras vidas diarias.

Con cada alba que presenciamos, que Tu divina presencia ilumine no solo el mundo, sino también nuestro interior, dándonos el discernimiento necesario para entender los planes de Dios para con nosotros. Que, bajo tu protección, se nos otorgue la sabiduría de reconocer el bien, la fortaleza para enfrentar las adversidades y un corazón dispuesto a amar y servir al prójimo.

Te ruego, Espíritu de la verdad y el amor, que me bendigas con los dones que generosamente otorgas: la sabiduría para conocer mejor la voluntad del Padre, el entendimiento para profundizar en las Sagradas Escrituras, el consejo para caminar por la senda recta, y la fortaleza para mantenernos firmes en nuestra fe. Permítenos, por tu gracia, crecer en el conocimiento del amor de Dios y que la devoción y reverencia a Él sea el norte de nuestras vidas.

Que hoy, bajo tu dirección, cada paso, palabra y gesto que realicemos sea un testimonio del amor de Dios. Que en los momentos de duda, Tú seas nuestro guía, y en los de flaqueza, nuestra fortaleza. Ayúdanos a ser reflejo del amor divino y que, influenciados por Tu gracia, podamos ser un testimonio viviente del amor de Dios en el mundo.

Ven, Espíritu Santo, y habita en nosotros. Que a lo largo de este día, de la mano contigo, seamos faro de luz para quienes viven en la oscuridad y pilar de esperanza para los afligidos. Y cuando llegue la noche, que podamos reflexionar y reconocer en cada momento, Tu amorosa presencia en nuestras vidas.

Amén.

Más oraciones